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Gallo de pelea tipo: calvo |
La golilla.-
Por golilla entendemos el conjunto de plumas que empiezan a surgir a eso de
media pulgada de la cresta del gallo de pelea y que, unidas a las que están a ambos lados del
pescuezo, van a descansar en el lomo del animal y sobre los troncos de las alas
de éste.
El pecho.-
Visto de frente, es el triángulo que se le ve al gallo, cuyo vértice señala la
garganta del mismo y la base corre por debajo del descanso de las alas para ir
a cubrir el buche y asentarse en la pechuga.
Las alas.- Las que componen y
revisten estas extremidades.
El lomo.-
Es la porción que queda visible en la parte superior entre las dos alas cuando
están cerradas, el final de la golilla y el nacimiento de la perilla o base del
rabo.
El cuadril.-
Sector entre el lomo, los muslos, la pechuga y el buche (otros lo llaman
encuentro).
La cola.-
Aquí debemos considerar dos partes: la perilla y la cola propiamente dicha. La
primera es una protuberancia carnosa (con sus respectivos huesecillos) en forma
de corazón invertido, y es la prolongación de la espina dorsal del ave; de ella
surgen las plumas más largas: el rabo.
Los muslos.-
Las plumas que cubren estas extremidades inferiores, pero que cuentan poco para
definir el color del gallo de pelea, porque son tusadas para pelear.
Después de haber visto las partes plumadas, regresamos a la
cabeza para resaltar sus componentes no detallados: las fosas nasales, ojos,
oídos y las barbas.
Las fosas nasales.-
Son los orificios que se encuentran en la base del pico unos pequeños cometes,
en forma de media luna, llamados “narigones”, cubren cada una de las dos entradas.
Los
ojos.- Sobran las explicaciones.
Pero debemos decir que además del párpado que se le observa a simple vista,
posee otro transparente -entre aquel y el globo del ojo- cuya función es
mantener el ojo húmedo.
Detrás de los ojos del gallo encontramos los
oídos, que aparecen como una pequeña cavidad circular cubierta de
plumillas, las que funcionan como efectivos filtros.
Por último, y colgando a ambos lados de la cara, observamos
dos brillantes -una redonda y otra ovalada- “chapas de carne” finas y poco
consistentes: son las barbas. Estas, al igual que la cresta, son cortadas,
mejor dicho, extirpadas, en los gallos destinados a la lidia.
Las patas.-
Comprenden los dedos -tres delanteros y uno trasero, con sus respectivas uñas-
unidos entre sí por unas telillas; las cañas, que van desde la planta del pie
hasta los muslos y donde se encuentran las espuelas.
El peso.- El peso oficial de un gallo de pelea va desde 2-12 (2 libras y 12 onzas)
hasta el 3-15 (3 libras y 15 onzas)
con sus media y tres cuartos. Con el advenimiento de los Cornish este límite se
ha ampliado. (Dijimos peso oficial porque ese es el de un ejemplar normal, y
por el cual la administración de la valla paga al gallero. Más claro: esta
abona una suma -previamente convenida entre ella y el gallero- por cada animal
que éste lleve a pelear. Esta cantidad de dinero -coima, saca- oscila de
acuerdo con los fanáticos que paguen entrada por ver combatir al animal en
cuestión.
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