martes, 17 de abril de 2012

Los gallos de pelea según su color

Los gallos de pelea se clasifican también según su color. Para poder comprender las distintas denominaciones que reciben los gallos de acuerdo con su color, diremos que el negro, el carmelita (marrón), el rojo oscuro, el amarillo, el gris y el blanco son los pigmentos básicos que participan en esta nueva calificación, originando los gallos de pelea tipo: giro, indio, pinto, jabao, cenizo, canelo y blanco. Estos matices, salvo algunos cambios interpretativos, son los mismos de siempre, y así nos lo atestigua Don Esteban Pichardo en su “Diccionario Provincial Casi-Razonado De Vozes (sic) y Frazes (sic) Cubanas”, Edición de 1875. (Al transcribir las definiciones que nos da Pichardo, respetaremos fielmente su redacción y ortografía).
Aparte del calificativo que por el color recibe cada vez, el mismo se amplía abarcando varias líneas o tonalidades; mas, siempre basándose en el principal. Así tenemos:
Giro
GIRO.- El de color fundamentalmente negro, pero si tiene plumas amarillas en las chapas se llamará Mayito, y si estas son blancas, se le denominará GIRO blanco. 
Veamos cómo nos lo define el hablista reseñado:  
Jiro.- N. sustdo. M. El gallo que tiene la golilla y plumas de las amarillas con los troncos y pechuga negros. Jirolí.- N. sustdo. M. El gallo jiro con el amarillo algo verdoso”.
Indio
INDIO.- “El gallo de plumas coloradas oscuras y pechuga negra”. -Pichardo. Este tinte es el que más variantes tiene; así, el anterior se conoce por indio real. 
“Maratobo:- El gallo color almagrado-claro, las alas algo más oscuras y plumas negras en la pechuga, otros dicen Malatobo”. (Hoy en día sólo se le conoce por este último nombre). También aquí nuestro criterio disiente del de Pichardo: pues, Malatobo es el indio con las plumas del pecho y algunas otras de color crema.
Seguimos con el intelectual citado:
Mayo: .- el gallo indio con plumas amarillas en las alas y pechuga negra, que otros llaman Talisayo”. Honradamente hablando, no lo conocemos.  
Jabao
Indio Prieto: .- Su plumaje negro es brillante. Después de tusado su corte del lomo es gris oscuro, al contrario del Real que es claro, casi blanco.
Todas las tonalidades más arriba expuestas aumentan su denominación cuando llevan una o más plumas blancas en las alas o en la cola. De ese modo tendremos: giro ali o coliblanco o indio de igual calificación.
JABAO.- Dos o tres colores haciendo obra alternativamente a manera de mosaico o escama, o alongados como las jabas de colores así tejidas”. (Ésas, a las que hace referencia, son grises, amarillas y blancas).

Pinto
PINTO.- El gallo pintado de negro y blanco. (Muchas veces, sumadas a las anteriores, se ven plumas coloradas oscuras).


Cenizo
CENIZO.- Es el de plumaje gris y blanco, con preferencia del primero sobre el segundo. De no tener estas últimas se le nombrará cenizo entero.





Canelo
 CANELO.- El Gallo o Gallina color de la canela (Pichardo). (Para nosotros el de base blanca, con el pecho y las chapas de las alas carmelitas canelas).


BLANCO.- Como su nombre lo indica, es aquel que no tiene plumas oscuras, sino blancas. Mas, estas no lo son en su totalidad; sino que están entremezcladas con amarillas claras que son imperceptibles y muy fáciles de confundir a cierta distancia.  

Blanco
Las gallinas reciben, igualmente, los apelativos que hemos descrito, y las conocemos como: pinta, canela, etc. Debemos acotar a lo referido que el tinte de las plumas de ellas es opaco, sin brillo alguno, contrastando con el de ellos que sí es refulgente. (En los animales, siempre el macho es más lindo que la hembra, con la excepción, claro está, de nosotros los racionales ¿de acuerdo?)
Debemos añadir que con relación al color de los gallos de pelea, coexisten, con el de las plumas ya descritas, el de las patas, y el pico, aunque sólo se nombra a la primera; por lo que podemos señalar los tres grupos que enmarcan esta nueva división: patiamarillo, patiblanco y si, el color de las patas es de un gris churroso, pativerde. 
Asimismo, si las alas o el rabo son de un color oscuro, pero sobre él resaltan una o más plumas blancas, pasará a llamarse: aliblanco o coliblanco, respectivamente.
Es factible que algunos lectores no hayan comprendido bien este problema de los colores y se sientan defraudados, ya que en algún que otro momento pensaron llegarse hasta la valla a jugarse un par de pesos a un gallo cualquiera; empero, ahora temen que de concertar la apuesta, en un punto determinado, no sepan a qué ejemplar le fueron (le apostaron)... A esos les decimos: despreocúpense y hagan su envite al... ¡blanco o al negro o prieto!; pues toda la amalgama de matices del arco iris y de la policromía existentes se reducen -en la valla- a esos dos simples pigmentos; porque siempre, siempre habrá, un peleador más oscuro que el contrario.